
Tal como yo lo veo, en la mayoría de los casos la literatura no da para comer y peor es aún la poesía, que no da ni siquiera para desayunar, y claro, hay que comprar la mantequilla para untar las tostadas......la comida del gato, aunque.....umm....bien mirado, uno siempre puede untar las tostadas con sus poemas o......comerse al gato.
Toni dixit
PD.- Se aceptan donativos para mi nueva ONG: "poetas sin fronteras", sí, es muy duro pedir, lo sé, pero, más duro es trabajar y ya sabeis lo que dicen los poetas : el trabajo físico es una forma de malgastar energía.